¿Quieres saber qué es la implantología dental y cómo puede ayudarte a recuperar la estética y funcionalidad de tu boca?
Si es así, quédate con nosotros porque hemos creado este artículo con toda la información relevante al mundo de la implantología oral.
En este artículo aprenderás qué es la implantología, qué diferencias hay con la implantología avanzada, qué pacientes son los indicados para este tratamiento y los motivos que pueden llevar a necesitar el tratamiento, cómo ha evolucionado la implantología en estos años y el futuro que le espera.
Acomódate que empezamos.
La implantología es una rama de la Odontología que se encarga de cambiar los dientes que tienes estropeados o que te faltan por unos implantes dentales que sustituyen la raíz de tu boca manteniendo el diente artificial en su posición.
La implantología dental actual parte de los conceptos desarrollados por Per-Ingvar Brånemark, y desarrollados en los implantes dentales de titanio en 1981, donde hubo una revolución de los principios biológicos de la integración tisular.
Actualmente, el uso de los implantes dentales osteointegrados es la mejor opción para reemplazar los dientes perdidos en la gran mayoría de los casos dejando atrás los antiguos sistemas de prótesis removibles y prótesis fijas.
Si has perdido uno o varios dientes debes saber que los implantes dentales no sólo resuelven la parte estética, sino que además evitan graves complicaciones por culpa de la falta de dientes o muelas; como desgaste de las piezas que quedan, problemas en las articulaciones de la mandíbula, dolores de cabeza, cuello y hombros.
La implantología es una rama en constante evolución que cada vez presenta técnicas más rápidas, predecibles y mínimamente invasivas. Esta disciplina se puede dividir en dos categorías: implantología oral (para casos normales) e implantología avanzada (para casos más complejos).
¿Quieres saber qué es un implante dental y los tipos de implantes que existen en la actualidad? En el artículo sobre implantes en un día encontrarás toda la información acerca de los implantes dentales antes de decidirte por el tratamiento personalizado para tu caso particular.
Implantología oral
La implantología oral, comúnmente llamada implantología “a secas”, es la disciplina encargada de diseñar las rehabilitaciones protésicas que van a permitir restituir las funciones masticatorias, fonéticas y estéticas del paciente.
En nuestra clínica, la elección del tipo de implante que ponemos en los pacientes se realiza en función de un diagnóstico, pronóstico y un plan de tratamiento interdisciplinario y personalizado entre el odontólogo general y un especialista en cirugía, periodoncia o prostodoncia.
Implantología avanzada
La implantología avanzada permite solucionar muchas situaciones en las que un implante convencional no es suficiente por medio de una serie de técnicas que permiten la colocación de implantes fijos en pacientes con pérdida ósea.
La colocación de implantes dentales se complica en aquellos pacientes que no poseen las características óseas necesarias debido a una pérdida de hueso, reabsorción o atrofia ósea, que puede deberse a múltiples factores.
En este caso son necesarias técnicas quirúrgicas de implantología oral avanzada que hacen posible la colocación de los implantes para que el paciente pueda llevar dientes fijos a pesar de las dificultades de cada caso en particular:
Perfil del paciente y motivos de implantación
Como hemos repetido en un millón de ocasiones, y más que lo repetiremos, cada paciente que entra por la puerta de nuestra clínica dental es único y diferente de los demás pacientes.
Por ello; cada paciente recibe un diagnóstico, tratamiento y un trato personalizado adaptado a sus necesidades.
Paciente
¿Cómo es el perfil de un paciente de implantología? ¿Qué necesidades tiene? ¿Qué edad comprende?
Hace unos años, el perfil de los pacientes sometidos a tratamientos de implantes dentales estaba compuesto básicamente por personas mayores y edéntulos totales (personas sin dientes en su dentadura).
Actualmente, este perfil ha ido cambiando cada día, con una reducción cada vez mayor en el número de pacientes totalmente edéntulos que se observan.
Un estudio relacionado con el Área de Cirugía Oral y Maxilofacial de junio de 2003 a julio de 2010 evaluó retrospectivamente el perfil de los pacientes sometidos a tratamiento con implantes dentales.
Los resultados muestran que el grupo de edad que más recibió tratamiento fueron adultos de 40 a 49 años (29,63 %), mientras que solo el 11 % de las personas tenían 60 años o más.
El tipo más común de rehabilitación fue la rehabilitación unitaria (50,23 %), seguida de las rehabilitaciones múltiples (34,50 %) y totales (15,27 %).
En conclusión, podemos decir que en este estudio los pacientes adultos jóvenes (30-49 años) fueron los que buscaron más rehabilitación con implantes, la mayoría de los cuales fueron reemplazos unitarios.
Motivos
Así pues, los motivos para realizar un tratamiento de implantología suelen ser estos:
- Pérdida dental a causa de una afección (caries, piorrea o periodontitis).
- Dientes que no completan su desarrollo por factores congénitos.
- Fracturas dentales debido a algún accidente y/o traumatismo.
RECORDEMOS QUE PARA HACER CUALQUIER TRATAMIENTO DE IMPLANTOLOGÍA ES NECESARIO QUE NUESTRA BOCA SE ENCUENTRE EN UN ESTADO PERFECTO DE SALUD.
¿Quieres saber cuáles son las condiciones óptimas para realizar un tratamiento de implantología? En este artículo te contamos cuales son los perfectos candidatos para este tipo de tratamiento.
Evolución de la implantología
Los implantes dentales datan de hace 4.000 años, cuando se tallaban clavijas de bambú en China y se usaban para reemplazar los dientes. Aproximadamente 2000 años después, los egipcios adoptaron una práctica similar de tallar metales preciosos y clavarlos en la mandíbula.
En el siglo XVIII, los investigadores utilizaron una mezcla de oro y aleación para crear implantes dentales. Un siglo más tarde, los profesionales de la odontología experimentaron con numerosos materiales, incluida la plata y la porcelana. Pero no tuvieron éxito porque el hueso rechazó todos los materiales utilizados.
En 1982, el Dr. Per-Ingvar Brånemark descubrió accidentalmente que los implantes hechos de titanio tenían una mejor tasa de éxito. De hecho, podríamos decir que a raíz de su trabajo se basa la implantología actual.
¿Qué es la osteointegración?
El proceso de osteointegración se define como una conexión directa, estructural y funcional entre el hueso y la superficie de un implante sometido a carga funcional.
El uso de esta técnica quirúrgica moderna permite al paciente que ha sufrido una pérdida dental, o que requiere un reemplazo protésico articular o segmentario, una recuperación plena de la función.
El material empleado es el titanio, debido a que este metal en contacto con la atmósfera se oxida en milisegundos, transformando su superficie en óxido de titanio. Dicho óxido se comporta como un material bio-inerte y no produce rechazo.
Para que el implante quede perfectamente osteointegrado necesitamos cumplir ciertas condiciones:
- La zona donde se va a realizar el implante debe encontrarse absolutamente estéril.
- El implante debe realizarse entrando en contacto directo con el hueso, para que se produzca el proceso de osteintegración de manera natural.
- El hueso debe conseguir integrarse incluso en las ranuras del implante colocado.
- Se debe respetar un tiempo de curación de 3 a 4 meses para el maxilar inferior y de 4 a 6 meses para el maxilar superior.
¿Qué es la biointegración?
El proceso de biointegración se refiere al tipo de unión que se produce entre el hueso maxilar y el implante dental cerámico.
Es una unión química producida a través de una capa que se forma entre la superficie del hueso y la superficie del implante.
Esta capa está constituida por compuestos químicos procedentes de implantes y superficies óseas dando lugar a una unión más rápida e intensa que la conseguida con la osteointegración.
El material empleado es la hidroxiapatita, un material bioactivo para el tejido óseo debido a que es la fase mineral del hueso.
Este material causa reacciones tisulares favorables que permiten el establecimiento de enlaces químicos directos con el hueso, ya que las células “reconocen” la hidroxiapatita como un material biológicamente no ajeno, creando la unión química entre ella y el tejido óseo.
El principal inconveniente del empleo de materiales cerámicos son sus propiedades mecánicas, ya que resultan excesivamente frágiles.
Por eso se suele emplear como recubrimiento sobre el titanio. Así combinamos la bioactividad de la hidroxiapatita con las excelentes propiedades mecánicas del titanio.
La implantología del futuro
La implantología es una de las ramas de la odontología que está experimentando un mayor desarrollo científico en los últimos años con tres pilares fundamentales: el empleo de células madre en la investigación, los biomateriales y el diseño de los implantes.
Todas las investigaciones sobre implantes están orientadas a la regeneración del tejido óseo para hacer frente a la temida periimplantitis o fracaso de los implantes en el paciente.
Comenzamos con la investigación de células madre y os dejamos 4 técnicas de implantología punteras con las que podemos solucionar prácticamente todos los problemas relacionados con la implantología.
Sustancias osteoconductoras y células madre
Las células madre de origen dental presentan una gran plasticidad para generar hueso en el diente y tejido adiposo, de tal forma que la regeneración ósea con este tipo de células puede ser una realidad en poco tiempo.
La idea es utilizar materiales que ayuden a las células madre a transformarse en un tipo de tejido determinado. Se está investigando con melatonina para fortalecer los huesos de mala calidad donde debe llevarse a cabo el implante.
Mediante el uso de melatonina, las células madre pueden conseguir que el osteoblasto madure con más rapidez (de 21 a 12 días) y consigas un hueso firme para soportar el nuevo implante.
Elevación del seno maxilar
La atrofia ósea y la neumatización del seno maxilar son dos de los causas más comunes que imposibilitan el implante convencional. Para solucionar este problema, disponemos de una técnica muy consolidada, y con unas altas tasas de éxito.
Esta técnica requiere de habilidad por parte del cirujano, pero sus resultados suelen ser muy satisfactorios.
El procedimiento es el siguiente:
- Se abre un acceso hasta el seno maxilar, la cavidad del hueso que encontramos a ambos lados de las fosas nasales.
- La cavidad que conforma el seno maxilar está tapizada con una fina membrana llamada membrana de Schneider. Un cirujano hábil es capaz de valerse de esa membrana para crear un bolsillo en el que depositar material regenerativo capaz de estimular la producción natural de hueso.
- Este material regenerativo puede ser hueso del propio paciente, extraído de otras zonas, o hidroxiapatita cálcica. Se irriga con plasma rico en factores de crecimiento, cuya capacidad para acelerar la regeneración ósea está más que probada.
- Si la atrofia ósea no es demasiado severa, es posible incluso practicar una elevación de seno en la misma intervención en que se colocará el implante. Si la atrofia es más severa, se deberá esperar unos cuatro meses a que el hueso se regenere para regresar al quirófano a colocar el implante en un hueso ya crecido.
Implantes cigomáticos
En caso de atrofia ósea generalizada, cuando el cirujano no puede valerse de ningún hueso residual para regenerar el tejido, aún hay una solución: los implantes cigomáticos.
Estos no tienen el mismo aspecto que los pernos de los que hablamos cuando describimos los implantes convencionales, son mucho más largos. ¿Por qué? Porque su función es anclarse en otra zona ósea distinta a la cresta maxilar.
El procedimiento es el siguiente:
- El implante cigomático, como su propio nombre indica, busca fijarse en el hueso cigomático, más conocido como pómulo.
- Este hueso posee unas cualidades inmejorables para osteointegrar un implante, por su resistencia y capacidad de regeneración.
- Desde el pómulo, el implante cigomático atraviesa el seno maxilar y emerge en la cresta maxilar, como un implante convencional.
Split cortical
A veces, el problema de reabsorción ósea no se manifiesta en sentido vertical, sino horizontal. Es decir, hay huesos que pierden su anchura hasta el punto de hacer imposible la colocación de un implante. Para estos casos, la solución más sencilla es la del split cortical, o separación cortical.
Esta técnica aprovecha la estructura anatómica del propio hueso maxilar, que tiene dos partes corticales y un interior medular. Las partes corticales son la “corteza” exterior, mucho más duras. La parte medular es el “relleno”, y es más poroso y blando.
- Para realizar un split cortical es necesario que el hueso no se haya atrofiado tanto que las partes corticales se hayan fusionado, haciendo desaparecer la parte medular.
- Si disponemos de suficiente parte medular, practicamos un corte en el punto en que se unen las dos partes corticales.
- En esa hendidura, introducimos un escoplo, que funciona como una cuña, separando ambas partes corticales y ganando la anchura que buscamos.
Injertos de hueso mediante la técnica de Khoury
Cuando las partes corticales del hueso se han fusionado, no podemos recurrir al split cortical y debemos practicar un injerto de hueso del propio paciente.
Antes, los criterios para decidir de dónde tomar ese hueso no estaban muy bien definidos; podían tomarse de la tibia, de la propia boca o hasta del cráneo.
Todas esas técnicas están anticuadas a partir de los estudios del cirujano Fouad Khoury sobre el injerto óseo, y su invención de la llamada reconstrucción ósea 3D.
Khoury describió las características que debía tener el hueso “donante” para sobrevivir en la zona receptora. De su técnica se extrae el siguiente procedimiento:
- Se coloca una capa cortical fina, que permite la proliferación de nuevos vasos sanguíneos. Este hueso cortical suele tomarse de dentro de la misma boca, normalmente de la mandíbula.
- Se fija con tornillos en la zona receptora.
- Se realiza un “encofrado”, es decir, una cajonera que cure todo el defecto que queremos solucionar.
- Dentro del “cofre” se introduce material regenerativo: más hueso, hidroxiapatita cálcica y plasma rico en factores de crecimiento.
- La técnica de Khoury no permite colocar el implante en el mismo momento que se realiza el injerto. Requiere de unos meses para la regeneración, durante los cuales el paciente será monitorizado mediante radiografías para determinar cuál es el momento perfecto para colocar el implante.
Conclusiones
En este artículo hemos aprendido qué es la implantología, diferencias entre las implantología dental y la avanzada, perfil del paciente y motivos que le llevan a necesitar el tratamiento, de dónde viene y a dónde va la implantología y su evolución.
Si necesitas alguno de nuestros tratamientos de implantología no dudes en contactar con nosotros para que podamos ofrecerte la mejor solución adaptada a tu salud bucal.
Si estás preparado para sonreír de nuevo y quieres más información, llámanos: